Como parte de nuestro nuevo ciclo como organización y gracias al financiamiento de la Fundación Alfredo Harp Helú, hemos retomado parte del programa “Familias Saludables” con más de 50 mujeres de escasos recursos que forman parte de las actividades del proyecto MARES en las colonias Casahuates, Manantial, Cuatro Milpas y La Gotera, de la zona oriente de la Villa de Zaachila.
Las actividades incluyen capacitaciones mensuales que integran el uso de ecotecnias familiares para la producción de hortalizas y el cultivo, la transformación y el consumo de amaranto para promover la seguridad alimentaria y mejorar la nutrición de las mujeres y sus familias.
Testimonio de Alejandra
Alejandra, madre de tres hijos, es cocinera voluntaria en la escuela primaria del barrio de La Gotera. Junto con María, otra participante en el programa «Familias Saludables», han puesto en práctica en el comedor escolar las recetas que aprendieron durante las sesiones. Su renovada pasión por una cocina más sana les inspiró para participar en un concurso local de nutrición organizado por las escuelas de la zona.
La hija de Alejandra se sumergió en el proceso de cultivo de hortalizas y lo siguió de cerca, ayudando incluso con el riego. Al final de la sesión, pidió una maceta para ella.
“De este taller aprendí nuevas cosas, el hecho de tener mis propias hortalizas en casa, me traerá grandes beneficios”
Testimonio
“Qué bonito que estamos aprendiendo, yo nunca había trabajado de esta forma, en equipo”
Testimonio
Las actividades de “Familias Saludables” se realizan previo a las sesiones de ahorro del proyecto MARES (Mujeres Ahorrando en Redes Solidarias), proyecto de autonomía financiera que pretende que las mujeres desarrollen su potencial, superen las limitaciones impuestas por los roles de género y garanticen su participación económica y social dentro y fuera de sus comunidades.
“Con estas actividades de acompañamiento se busca además de brindar cierta certeza económica a las mujeres de la zona, acompañar a las familias para que mejoren su estado nutricional con el cultivo y consumo de alimentos que pueden producir en sus hogares”
A la fecha se han realizado talleres de cocina con hortalizas, elaboración de composta casera, preparación de Hot Cakes con amaranto y cultivo de hortalizas en maceta.
Nos complace compartir con ustedes que nuestro proyecto de autonomía financiera tiene un nuevo nombre e identidad: MARES (Mujeres Ahorrando en Redes Solidarias), que durante el primer semestre de 2023 fortaleció a más de 110 mujeres a través de 9 grupos de ahorro solidario en la zona Oriente de Zaachila y la región Mixteca en el estado de Oaxaca.
Margarita es una joven de 27 años, madre de cuatro hijos, que por las tardes conduce un moto-taxi, un servicio de transporte público impulsado por motocicletas que se utiliza habitualmente en los barrios de bajos ingresos. En un buen día, gana 150 pesos, pero la maternidad no le permite trabajar toda la semana.
Gracias a su participación en los grupos de ahorro del proyecto MARES,Margarita ha podido sortear las dificultades. Hace poco, su mototaxi se averió, pero con un préstamo de sus compañeras del grupo de ahorro, volvió a trabajar en un santiamén.
En MARES, el ahorro se construye mediante la compra de acciones, por lo que todo el mundo es accionista. Los participantes de cada grupo deciden el precio de las acciones. El grupo de Margarita tiene acciones por 50 pesos. Cada miembro puede comprar un máximo de cinco acciones en una reunión mensual.
Las mujeres se encargan de organizar el ahorro y deciden quiénes serán las responsables de los cinco puestos centrales: una presidenta, una secretaria, dos contables, una tesorera y tres portadoras de llaves para abrir la caja y garantizar el acceso al ahorro sólo cuando todas las mujeres estén presentes.
MAREStiene un Fondo de Ahorro Solidario que se compone de las aportaciones de los miembros del grupo y se utiliza para emergencias y para apoyar a otros miembros cuando lo necesitan.
«En Colonia la Gotera, a María se le quemó la casa y sus compañeras decidieron donar sus ahorros solidarios para apoyar a su compañera… puede que la ayuda no sea mucha pero es bonito ver cómo las mujeres aprenden a apoyarse unas a otras a través de las reuniones« Araceli, coordinadora del proyecto.
Margarita y su familia viven en la Colonia Casahuates, al oriente del municipio de Zaachila. Esta comunidad que rodea el mayor vertedero de Oaxaca, actualmente cerrado debido a una crisis sanitaria provocada por la gestión de la basura.
Los miembros de la comunidad se enfrentan a una constante estigmatización, marginación y discriminación. Su comunidad carece de servicios esenciales como alcantarillado, calles pavimentadas y agua. La falta de escuelas secundarias más allá del primer ciclo crea barreras para que los jóvenes continúen un camino hacia la educación técnica, la universidad u otro tipo de formación que les garantice una vida mejor.
La creación de grupos de ahorro solidario pretende que las mujeres desarrollen su potencial, superen las limitaciones impuestas por los roles de género y garanticen su participación económica y social dentro y fuera de sus comunidades.
«Es maravilloso ver cómo en los primeros grupos de ahorro las mujeres tenían miedo de aceptar el papel de contable del grupo, ahora tienen más confianza para llevar sus cuentas y recibir el dinero de sus socios»Araceli, coordinadora del proyecto.
After hard months of evaluation and definition of new operational guidelines. The alliance formed by Puente a la Salud Comunitaria and SiKanda launched a new project «FUERTE: Strength, Unity, Empowerment, Resilience», with the objetive of promoting the empowerment and financial inclusion of 2,000 indigenous women living in rural communities with high poverty rates in Oaxaca.
Through FUERTE, the alliance seeks to implement individual and community leadership methodologies with a gender perspective, to advance the rights of indigenous women, who are constantly excluded from financial services and other necessary conditions to improve their livelihoods.
First steps
The Introductory Workshop on the Graduation Approach of the Trickle Up Foundation was the first project activity, bringing the Puente team and community women together for 5 days.
During the training, we learned to map, characterize, and understand the challenges faced by women living in poverty in the state of Oaxaca.
This project is possible thanks to the support of the Trickle Up Foundation, and will be implemented for the next 4 years in Villa de Zaachila and municipalities of the Mixteca Alta region of Oaxaca, where SiKanda already develops some of its projects.
Project team in workshops of Graduation Aproach
The graduation approach is based on the careful identification and invitation of participants, the planning of sustainable livelihoods, market studies, and the implementation of training and support to develop local capabilities.
Likewise, through the formation of support groups that foster social and financial inclusion, savings are promoted as a solid basis for participants to move out of extreme poverty.
50 years ago, concerned citizens came together to mark the first Earth Day. Today, we can’t come together physically but the need for global collaboration to conserve our resources, confront climate change, and protect biodiversity is more pressing than ever. A poster to mark the first Earth Day featured the quote: “We have met the enemy and he is us.” It is already becoming clear how human action contributed to the Covid-19 crisis and it’s clear that we as humans are more vulnerable than we thought. Holistic, integrated, and sustainable solutions will help us survive this pandemic and face the environmental crises that threaten animal species, human lives, and economic stability.
In 2016, Puente collectively embraced agroecology as a path towards sustainability for rural communities. Replenishing the soil, diversifying crops, and growing without harmful chemicals means stronger, drought-resistant plants, heartier seeds, and sustainable income streams.
One of our partner farmers, Don Hilario, shares his path with agroecology:
«With agroecology, we learned to cultivate through organic fertilizers, we learned to control pests through microorganisms, with organic fertilizers we are learning that our crops are improved, that our quality of life is better, and that it is possible to be well. We have our fertilizer biofactory and we have a project for the production of rock flour to give us the opportunity to want to improve our way of cultivating the soil.
«My well-being is a testimony to the importance of agroecology. I was very ill and my doctors gave me so many medications. I was lucky, instead, to meet someone from Puente who told me the importance of removing chemicals from our soil and from our plate. Today, I am strong and can rise up out of bed to work my land every day for my family and for my community. That is why I organize the biofactory so other farmers know its importance and have access.»
Today, on Earth Day, Puente is committed to partnering with smallholder farmers and rural communities for a future that is sustainable, that embraces new innovations while renewing traditional knowledge, and that values health and well-being in every stage of the agricultural cycle.
As a community organization, our primary concern is the health and well-being of our neighbors, partners, and team, and we are announcing the following preventative measures: beginning Wednesday 18 of March, Puente a la Salud Comunitaria will be closing our central office as well as our regional centers in Villa de Etla and Tlaxiaco, Mixteca.
These public spaces will be closed until further notice as we continue to monitor the COVID-19 health crisis. All workshops and gatherings will be rescheduled following the indications from health authorities. ⠀
The COVID-19 pandemic is a crisis that affects everyone. We urge everyone to come together in solidarity by washing their hands frequently and staying apart. We believe it is important to take these actions of solidarity to minimize the risks to everyone. Practicing safe distancing is a way to say «I care about your health and the health of your loved ones.»
Even though our offices and regional sales centers are closed, we are still here and we are still working for food sovereignty and community solidarity. It’s a new world of using technology to connect and finding creative solutions to support our communities. You can follow us on social media to learn about new initiatives we undertake during this crisis. We look forward to connecting with you.
Questions? Feel free to contact us via email at isa@nullpuentemexico.org.
Gracias a Gianna Nino Tapia por escribir este relato de su tiempo como voluntaria en Puente en el verano de 2019.
Pasé el verano pasado trabajando con Puente en su programa Veranos de Nutrición. Esta increíble oportunidad fue posible gracias a la beca Monica Miller Walsh del Centro de Estudios de América Latina de Stanford. Actualmente, estoy completando mi Maestría en Ciencias en Epidemiología, y espero asistir a la escuela de medicina en el futuro. Tengo profundas raíces en Oaxaca; mi madre es de un pequeño pueblo en la región mixteca llamada San Pedro y San Pablo Tequixtepec. Ella emigró a los Estados Unidos antes de que yo naciera, y trabajó como trabajadora agrícola recogiendo productos en Oregon y Washington.
Conocí a Puente por la primera vez cuando participé en un viaje universitario, «Salud comunitaria», a Oaxaca, con el Dr. Gabriel García, y me interesé en cómo los entornos culturales, socioeconómicos y biológicos influyen en la salud. Cuando supe sobre Puente, vi que trabajaban en la intersección de estos factores a nivel comunitario. Mientras crecía, escuché innumerables historias de los desafíos que mi madre enfrentó en su pueblo, que no tenía electricidad ni agua corriente, y los desafíos nutricionales que enfrentaron que provocaron retraso en el crecimiento y otros problemas de salud. Durante mi tiempo en Oaxaca, ayudé a implementar y evaluar los campamentos de Veranos de Nutrición, asistiendo con sesiones y entrevistando a líderes juveniles sobre sus experiencias y percepciones del programa.
Mientras viajaba con el equipo de Puente, vi los desafíos diarios que enfrentan las comunidades para preparar alimentos saludables para sus hijxs. También aprendí sobre la importancia de diversificar las fuentes de ingresos para las familias. Conocí a una familia que, con el apoyo de Puente, había podido aumentar su producción de cultivos, apoyar mejor la educación de sus hijos y establecer un sentido de autosuficiencia. Hablaron de mejorar su salud a través del conocimiento de la nutrición. Fue hermoso escuchar a una niña explicar su negocio familiar y cómo Puente la había empoderada para ser más abierta. También recuerdo estar sentado con una joven llamada Lupita durante el almuerzo y hablar sobre lo que constituía una dieta saludable. Mientras me describía su comida, pensé en la importancia del acceso a la educación para la salud y el beneficio de las comidas nutritivas que Puente le proporcionó a ella y a otros niños como ella.
Este verano fue increíblemente transformador y reforzó un sentido de orgullo en Oaxaca y la resistencia de su gente con un deseo inquebrantable de mejorar las condiciones para las generaciones futuras. También fue un momento de reflexión sobre mi papel como voluntaria, mujer mixteca y ciudadana estadounidense. Mientras sigo mis estudios en medicina, mi sueño es regresar a Oaxaca como médico que trabaja para reducir las disparidades y desafíos de salud. Gracias a mi experiencia con Puente, salí de Oaxaca con una sensación de esperanza para el futuro.
